¿SABÍAS QUE EL CAMPO ESTÁ EN PELIGRO?
Estamos perdiendo el campo tal como lo conocemos.
El aumento de eventos extremos, a causa del cambio climático, produce inundaciones y sequías, las que erosionan el suelo y perjudican los cultivos pudiendo provocar la muerte de animales.
Las prácticas intensivas en la agricultura y ganadería, y la utilización de pesticidas y fertilizantes producen residuos y generan gases de efecto invernadero, agotando el suelo y contaminando la tierra, el agua y el aire.
En un futuro próximo el campo no solo perderá su belleza si no que también la capacidad de producir alimentos.
La utilización de productos químicos, pesticidas y fertilizantes en la agricultura contaminan suelo, agua y aire, al tiempo que su ejercicio sin descanso lleva a una erosión que agota y deja sin nutrientes la tierra.
Las prácticas intensivas de agricultura y ganadería llevan al límite las capacidades de producción de la tierra.
La ganadería y cría de animales de corral produce residuos que contaminan el ambiente y generan gases de efecto invernadero.
Además la costumbre de quemar biomasa para abonar la tierra, tales como pasto, plantas, raíces y ramas, también produce estos gases que atentan contra el clima generando el calentamiento global.
La consecuencia del aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera, está alterando el ciclo hidrológico y generando períodos de sequías e inundaciones muy severas.
Las sequías afectan el rendimiento de los cultivos, generan falta de pastura y agua y pueden llevar a los animales a la muerte, aumentando el riesgo de desertificación. Las inundaciones saturan los suelos y arruinan las siembras, que no logran procesar tanta agua.
El aumento de la temperatura afecta el rendimiento de varios cultivos, el calor permite la proliferación de plagas, generando graves consecuencias económicas y falta de disponibilidad de alimento.
Además el hombre en su afán de expandir la frontera agrícola, destruye parte de los componentes naturales del campo, tales como el monte nativo y los pastizales.
Todo esto no solo perjudica a los hombres en su producción, sino que también afecta a varias especies de la fauna y la flora silvestre.
Las prácticas intensivas de agricultura y ganadería llevan al límite las capacidades de producción de la tierra.
La ganadería y cría de animales de corral produce residuos que contaminan el ambiente y generan gases de efecto invernadero.
Además la costumbre de quemar biomasa para abonar la tierra, tales como pasto, plantas, raíces y ramas, también produce estos gases que atentan contra el clima generando el calentamiento global.
La consecuencia del aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera, está alterando el ciclo hidrológico y generando períodos de sequías e inundaciones muy severas.
Las sequías afectan el rendimiento de los cultivos, generan falta de pastura y agua y pueden llevar a los animales a la muerte, aumentando el riesgo de desertificación. Las inundaciones saturan los suelos y arruinan las siembras, que no logran procesar tanta agua.
El aumento de la temperatura afecta el rendimiento de varios cultivos, el calor permite la proliferación de plagas, generando graves consecuencias económicas y falta de disponibilidad de alimento.
Además el hombre en su afán de expandir la frontera agrícola, destruye parte de los componentes naturales del campo, tales como el monte nativo y los pastizales.
Todo esto no solo perjudica a los hombres en su producción, sino que también afecta a varias especies de la fauna y la flora silvestre.