¿SABÍAS QUE EL MAR ESTÁ EN PELIGRO?
Los mares del mundo se están degradando.
A diario, las ciudades, barcos, industrias y otras actividades humanas desechan en ellos toneladas de basura, que tarda cientos de años en descomponerse. En este proceso se liberan sustancias que hacen que los organismos se vean afectados y corran el riesgo de extinguirse.
También la sobrepesca indiscriminada está arrasando con distintas especies y sus hábitats, lo que provoca la destrucción de redes tróficas que ponen en riesgo el normal funcionamiento de los ecosistemas marinos. Según expertos de la Organización de las Naciones Unidas, en el 2050 casi no habrá más peces en los océanos.
El cambio climático está elevando la temperatura de las aguas y aumentando la acidificación de los océanos. Estos cambios afectan las condiciones de vida de la fauna y flora marina, provocando desaparición de especies y pérdida de hábitats.
Muchos de los desechos tardan cientos de años en degradarse (los plásticos, por ejemplo, al ser fotodegradables se descomponen por efecto de la luz solar en pequeñas partículas), y en el proceso liberan en el agua sustancias muy nocivas. Estas son consumidas por distintos grupos de la fauna acuática y se incorporan a la cadena alimenticia y llegan a nosotros cuando consumimos estos productos (peces, mariscos, etc.). También quedan suspendidas y producen una restricción de la luz que penetra en el agua, disminuyendo procesos de fotosíntesis y reduciendo la producción de oxígeno. Finalmente, caen y se depositan en el fondo de los mares, afectando a la fauna y flora que allí habita.
A causa del cambio climático, la temperatura de los mares y los eventos extremos, como huracanes, tormentas fuertes, y tsunamis han aumentado, afectando los ciclos de vida y el hábitat de plantas y animales marinos. A medida que aumenta la concentración de CO2 en la atmósfera, también aumenta en el agua, provocando que los mares se acidifiquen. Estos cambios en las condiciones de vida marina afecta a la fauna y flora, y provoca, entre otros efectos, la muerte de peces y el blanqueamiento de los corales.
Además, el aumento de la temperatura facilita la proliferación de virus, bacterias y otros organismos que pueden producir enfermedades como cólera o diarrea.
Finalmente, la sobrepesca suma su aporte a la extinción de especies. Al año, se capturan casi 130 millones de toneladas de peces en todo el mundo. La pesca en exceso reduce una fuente vital de alimento, al tiempo que las técnicas de arrastre utilizadas destruyen los hábitats.