A causa del cambio climático, las playas podrían desaparecer. La temperatura de los mares está aumentando, y en consecuencia también lo están haciendo sus niveles, tanto porque el agua se dilata cuando se calienta, disminuyendo su densidad y aumentando su volumen, como a causa de los derretimientos de las grandes masas de hielo del mundo. Por ejemplo, se cree que si Groenlandia se derritiera por completo, el nivel del mar subiría seis metros en todo el mundo. Esta suba hace que el agua produzca erosión sobre la playa y costa y penetre en zonas incluso alejadas, dejando a muchas especies sin hábitat, que si no migran correrán el riesgo de extinguirse. Este panorama conducirá a un mundo en el que millones de personas deberán abandonar sus hogares, perderán sus fuentes de trabajo, adquirirán enfermedades y veremos nuestra geografía notablemente modificada.

Las construcciones, remoción de dunas y forestaciones costeras, así como la extracción de arena, son otro de los factores principales de la erosión y destrucción de playas y costa, agravándose este proceso con tormentas e inundaciones cada vez más fuertes y frecuentes.

Mientras esto sucede, el hombre contribuye al daño arrojando desechos en las playas provenientes de las ciudades aledañas, y las actividades humanas (industrias, saneamiento, alcantarillas, turismo, agricultura y ganadería).

El exceso de lluvia durante las tormentas afecta a las playas cuando el agua de las zonas costeras busca su salida al mar, acarreando basura doméstica y otros residuos como gasolina y aceites de auto. Esta basura es arrastrada por la marea y llega al mar, donde contamina el agua, las playas y afecta la vida marina.